Análisis Político
La última semana de la primera legislatura 2025 terminó como era de esperarse del pacto entre el Gobierno y el Congreso: jugadas bajo la mesa, intercambios de favores, tratando de sobrevivir hasta el 28 de julio de 2026. Con un discurso barato, lleno de falacias, se presentó el gabinete del hermanito Arana, cuestionado por su cercanía con la presunta organización criminal “Los Cuellos Blancos”, para pedir un voto de confianza a un Congreso deslegitimado, que tiene el mismo rechazo que el Gobierno en cifras. Con ministros reciclados e incapaces, convenció a un congreso inhumano, lleno de un poder fáctico, fue convencido por las palabras de Eduardo Arana, quien indicó que “El Poder Ejecutivo seguirá evaluando la salida del Perú del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.Un Congreso que quiere terminar con las ilusiones de un país. Distintas bancadas, con doble rasero, que ante cámaras y con micrófono rechazan este pacto de dictadura, pero cuando tienen que darle el voto de confianza, no les cuesta en absoluto pensar en el país para marcar en verde o en amarillo. Pero les es muy difícil marcar en rojo.
Se levantó la sesión y el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, cerró la legislatura en medio de controversias, sin tocar temas relevantes. “Otorongo no come otorongo”, lo dejaron muy claro. Aprobaron en primera votación la reforma constitucional que restablece la inmunidad parlamentaria. Aprobaron al caballazo la ley de impunidad para militares y policías que violaron los derechos humanos de muchos peruanos, negándoles justicia a las víctimas. Quedó pendiente el proyecto que busca habilitar el octavo retiro de las AFP. El lobismo fue más grande que las micro y pequeñas empresas que dinamizan la economía del Perú, porque el presidente de la comisión, Ilich López, no le interesó sustentar en segunda votación un proyecto de ley de reforma a las cajas municipales, que contiene un texto sustitutorio (5514 y 5620) que, entre medianoche, nadie leyó. Con el rechazo contundente que ese proyecto significaba, la cobardía y el cinismo no lo dejaron sustentar.Los intereses de cada bancada, de cada “padre de la patria” que busca beneficiarse y lucrar de este país... Por los pasillos del palacio legislativo corren los murmullos de que, entre pactos, buscan poner al próximo presidente del Congreso, voceando nombres nefastos y mediocres. Todo aparentemente controlado para seguir cometiendo fechorías con leyes e instituciones que los protegen y avalan la delincuencia.
María Acuña, entre el blindaje político de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales y las sombras académicas...
Un Legislativo que se convirtió en una agencia de empleos, donde en una sola oficina laboran 7 afiliados del partido APP. Cargos a dedo, sin perfil ni experiencia, sin meritocracia. El único requisito es tener un carné partidario, como afiliado de un partido político que aprovecha el poder que hoy tiene. Un congreso vergonzoso, con congresistas, cuestionados por mocha sueldos. Los “niños”, que en pactos e intercambios blindan a un Gobierno que sobrevive buscando tener el control de todo lo que la justicia debería investigar.
LAS MENTIRAS DE DINA
Cada día se va desmoronando cada mentira tapada por esta señora, que representa a un país cargado de falsedad y victimismo. Engañó al país sobre su ausencia, ocultando que fue por cirugías estéticas, mientras la nación seguía a la deriva. Al mismo tiempo, decretos supremos son emitidos con firmas falsas, en una cadena de ilegalidades que tarde o temprano deberán ser investigadas.
Pero para ella todo está bajo control. La coalición política de estos poderes se encargó de capturar las instituciones públicas autónomas y asegurarse de salir supuestamente bien librados de cada fechoría, de cada acto ilícito que se ha cometido estos últimos años. Una presidenta que necesita tener el respaldo y resguardo de la justicia. Lo tiene tan planeado, que pusieron a su medida un Tribunal Constitucional que obedece órdenes, sin autonomía, que viola los derechos constitucionales y se burla de la Constitución. Una JNJ obediente, para un blindaje político, y un Ministerio Público donde, a estas horas, todo es incierto, porque hasta lo único que nos podía asegurar también se ve quebrantado.
REGRESA A LA FUERZA VANE
Imposible de creer, pero un hecho que nos ha dejado a todos consternados: se pacta el blindaje político a los politiqueros del Gobierno y del Congreso con el regreso de la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, quien misteriosamente —sin un video que lo acredite— fue restituida en el cargo por la JNJ, en medio de mentiras, cuestionamientos, investigaciones, aprovechamientos políticos y negocios (una delincuencia sin reparo).
Mientras esta señora, inexplicablemente, era restituida y anunciada en el cargo de fiscal de la Nación, omitiendo funciones de la JNJ para este hecho, Patricia Benavides, en medio de un cuestionable y ligero pronunciamiento unánime (con la ausencia de un miembro de la JNJ), se acercó al Ministerio Público con portátil incluida, seguridad privada, sin registrarse, y entrando a la fuerza para tomar el cargo y terminar el trabajo sucio de tantos politiqueros que necesitan ser blindados.Todos hemos visto la prepotencia de una exfiscal de la Nación cuestionada, que defiende a capa y espada a su hermana, la jueza Emma Benavides, quien libera a varios narcotraficantes y tiene procesos de investigación que su hermana no pudo salvar. Fiel a su estilo y a su falta de dignidad, haciendo caso a la politiquería barata, se atrincheró en el Ministerio Público, creyendo ser la más alta autoridad. Obstaculizó la reunión de la Junta de Fiscales Supremos, tratando de usurpar funciones en el acto, quedando manifiesta su actuación ridícula y desesperada. ¿A quién le conviene el regreso de “Vane”? ¿Qué quiere tapar? ¿Qué quiere esconder? ¿Qué quiere blindar? Se presume que existe un plan del Gobierno para reponer a Patricia Benavides, incluso a la fuerza, en el cargo de fiscal de la Nación, con el apoyo de la policía y de actores políticos. ¿A quiénes les conviene su regreso y su blindaje?
Un país en donde cada día nos cuestionamos si existe aún alguna institución pública que no se encuentre politizada, capturada, y que sea autónoma, aparte de las intenciones de otros. Un país de miedo por las represalias y muertes que ha sufrido, que ha dejado ensangrentado al Perú por levantar una voz de protesta, por hacer cumplir la libertad de expresión y la democracia.¿La veremos en las próximas elecciones? ¿Ya se arregló quién tomará el mando el 28 de julio de 2026? ¿O se respetará el voto de cada ciudadano?Me gustaría decir que el Perú, a pesar de sus problemas, tiene esperanzas y tiene fuerzas. Pero cada día el silencio y la cobardía se hacen cómplices de esta dictadura, enquistada de manera directa, abierta, sin reparo y sinvergüenza.
Pero también sé que lo último que podemos perder son las esperanzas de recuperar nuestro amado país.