Análisis Político
Dejaron al Perú sin armas.Se llevaron los fusiles de gran alcance para aniquilar todo el país. Se rompió el equilibrio de poderes, lo rompieron a su beneficio y a su propio interés. Un Poder Judicial que hizo prevalecer intereses propios, con una justicia politizada, favoreciendo a grandes delincuentes de saco y corbata, protegiéndolos de delitos de corrupción.El Poder Ejecutivo le rindió pleitesía al Poder Legislativo para asegurar su permanencia. Las cuotas que tuvo que pagar —y que aún tiene que pagar— son condicionadas y abiertas. Este gobierno inepto, incapaz, nunca se imaginó estar en el poder, pero cree tener un poder… ese poder fáctico que los marea y los arrastra hacia la desgracia de este hermoso país.Un Congreso que no conoce el respeto ni el equilibrio de poderes del Estado, que jugó sus propias cartas entre grupos, más parecidos a organizaciones criminales que a “bancadas”. Luego, el poder ya no obedecía a una bancada, a un interés, a un grupo, a un supuesto líder. Se dieron cuenta de que el motín era más grande y empezaron a negociar con las lágrimas, con la vida, con la salud y con los derechos de millones de peruanos.Un Congreso con 2% de aprobación y un Gobierno que, con cifras similares, se ha encargado a pulso de ganarse el rechazo y el repudio del país.
Este gobierno no representa a nadie, pero sí a sus propios intereses. Típico de una pantomima: sus fantasías se las creen solo en sus narrativas de “cuarto de guerra”. Cuarto de ineptitud, de ineficiencia, de falta de liderazgo, de sangre, de injusticia, de impunidad, de tentativa de romper toda libertad de expresión, queriendo llevar a este país a una dictadura. Imponiendo su rostro y sus palabras mal dichas, mal elaboradas, y leídas con un teleprompter que se apaga y la deja muda, porque esa es la verdadera careta de Dina Boluarte: el silencio por falta de capacidad.Tuvo la intención de imponer una franja en los medios de comunicación privados para cambiar el rostro que el país tiene de ella. No, señora Dina Boluarte: los medios de comunicación tenemos libertad de expresión, a pesar de su dictadura que pretende imponer en nuestro país. Los medios de comunicación tenemos independencia. Tenemos objetividad y veracidad. Norma, ética y moral que usted no conoce, y que pretende silenciar incluso con leyes.Los politiqueros solo sirven para ser una desgracia completa para el país. Ministros censurados. La delincuencia de saco y corbata pretende gobernar este hermoso país. Ministros capaces de darle la peor alimentación a nuestros niños más humildes. No lo viven, no lo palpan. Si fueran sus hijos, estarían en las mismas condiciones.Un país con riqueza pero con hambre de poder. Saquean lo que pueden, hasta el último centavo, hasta el último interés que puedan tener estas lacras humanas que hoy creen tener el poder, sin darse cuenta de que están destruyendo al país. Un Ejecutivo que, simplemente, es el rechazo y el repudio de muchos peruanos.Quedará en la memoria de todo el país, señora presidenta, como una de las peores presidentas que ha tenido este bendecido país. Su gobierno no solo se manchó de corrupción, desgracia e ineficiencia: se manchó de sangre. Que algún día —si la justicia existe— la hará pagar. Pero de donde no se salvará será de la justicia divina.Simplemente, la pantomima de este Ejecutivo no da para más.
Pero, ¿quién se apoderó de todo el poder fáctico que creen tener, si no son los 130 impresentables congresistas que lucran día a día con sus propios intereses? Incapaces, ineptos, ineficientes, corruptos, delincuentes. Perdieron la vergüenza, perdieron la ética, y simplemente se convirtieron en monigotes de sus propias conciencias, que buscan lucrar por encima de 33 millones de peruanos.Ustedes no representan a nadie. Ustedes llegaron a este Congreso a representarse solos. Son tan inhumanos que permitieron que su incapacidad apruebe leyes en contra de un país indefenso, sin justicia, sin poderes que puedan ampararlo. Con un Tribunal Constitucional que es su mejor aliado para conseguir sus propios intereses. Congresistas investigados, congresistas deudores de la SUNAT, congresistas que buscaron sus propias leyes para beneficiarse por encima de la necesidad del país. Congresistas que entraron al Congreso de la República para proteger sus empresas privadas, para proteger sus negocios, para proteger sus actividades ilícitas —y muchas veces ilegales.130 congresistas. Algunos por grupos, algunos por bancadas, pero todos como una organización criminal. ¿Qué podemos pedirle a estos impresentables, que jugaron con la vida de las personas? Que sacaron leyes por venganzas políticas, por sus propios intereses. Beneficiando a monopolios, oligopolios y poderes económicos que lucran con la pobreza y las necesidades de un país con riqueza.Las calles se ven manchadas de sangre por la extorsión, por el sicariato, por las organizaciones criminales. ¿Pero a quién reclamamos, si son ellos los que nos llevaron a este atraso? Sus leyes para protegerse permitieron que el crimen organizado avance. Si son ellos los que protegen a los criminales y que muchos son parte de este crimen que vive el país.Un Legislativo y un Ejecutivo con apretón de manos, cuidando que estas organizaciones criminales que, presuntamente, los evidencian como parte, sigan actuando. Desestabilizaron el poder de justicia, quitándole facultades. Pero los que quedaron, se vendieron por sus propios intereses.
Tocamos fondo como país.Y estos 130 congresistas ahora sí quieren hacer “control político”, porque son tan cínicos que lo tienen todo calculado por la campaña política que está por venir. Se aseguraron de permanecer, de buscar la manera de seguir quedándose en el poder con reformas políticas inconstitucionales. Pero se aseguraron de tener el control y el poder de este país.Los lobbies son muy grandes. Las leyes que aprueban tienen precio: un millón de soles cada ley. Congresistas que, con dinero del pueblo, ya están en campaña política. Y para asegurar la estocada final, quieren callar a los medios de comunicación, amenazando la libertad de información con penas privativas, porque quieren hacer del país un desastre sin que nadie pueda informar.Seguiré escribiendo y seguiré levantando la voz hasta el día en que estos políticos y su poder me apaguen, como están acostumbrados a hacerlo.
No puedo decir que las próximas elecciones serán distintas o que podremos tener esperanza, porque se encargaron de hacer las reformas políticas y las jugadas políticas para quedarse. Así que lo único que nos queda, para combatir como peruanos y ganar esta batalla, es el poder que nosotros les damos a través de la democracia —que supuestamente aún existe.
No más de lo mismo.No más de quejarnos si no hacemos un cambio.
El verdadero poder emana de los 33 millones de peruanos.