Análisis Político
La impresionante procesión del Señor de Pascua de Resurrección iluminó el amanecer ayacuchano
En las primeras horas del alba, Ayacucho volvió a vivir una de sus tradiciones más emblemáticas: la procesión del Señor de Pascua de Resurrección. Desde la imponente Catedral, ubicada en el corazón de la ciudad, salió la imagen del Cristo Resucitado, marcando el cierre solemne de la Semana Santa ayacuchana.
Lo que distingue a esta procesión es su carácter profundamente popular. A diferencia de otras celebraciones religiosas, no existe una hermandad formal de cargadores: es el pueblo quien se encarga de llevar al Señor en hombros. Cientos de devotos, provenientes de todos los sectores sociales, se unieron para cargar su anda, adornada con delicadas cenefas de cera, mientras avanzaba por la Plaza Mayor en un ambiente de recogimiento y fervor.
Las campanas de los templos repicaban con fuerza, los cohetes estallaban en lo alto del cielo y la banda de músicos interpretaba melodías tradicionales que acompañaban el paso lento y solemne de la imagen. Fue un momento de comunión y esperanza para los fieles que, tras días de recogimiento, celebran con júbilo la resurrección de Cristo.
Ayacucho, tierra de profundas raíces religiosas y culturales, reafirma una vez más por qué es conocida como la cuna de las tradiciones del Perú.