Análisis Político
En una entrevista para el programa "Conéctate con Mayra Alvares", el Ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, destacó el crecimiento del sector agrario y los avances en exportaciones, pero sus declaraciones han generado diversas reacciones y críticas sobre su perspectiva respecto a la realidad del agro peruano.
Manero destacó un crecimiento del 20% en exportaciones agrarias y anunció acuerdos importantes con China para exportar productos como pecanas, castañas, frutas congeladas y carne de vacuno. Además, destacó que estos productos son cultivados mayoritariamente por pequeños agricultores, lo que impulsa su participación en los mercados internacionales. También habló de la industrialización en el sector, resaltando la creación de una planta procesadora de papas nativas, la primera en el país, que permitirá exportar hojuelas y aumentar los ingresos del sector.
El ministro enfatizó la importancia de los grandes proyectos de infraestructura hídrica, como Pampas Verdes y Majes Siguas II, que están en proceso de ejecución o contratación para ampliar la frontera agrícola en 238,000 hectáreas. Además, destacó el rol estratégico del puerto de Chancay como un eje para potenciar exportaciones hacia Asia y otras regiones.
Sin embargo, aunque los avances en exportaciones y proyectos de infraestructura son significativos, surge una pregunta inevitable: ¿son ciertas estas cifras y reflejan realmente el estado del agro peruano? Cada año, miles de hectáreas de cultivos se pierden debido a desastres naturales, deforestación y la minería ilegal, lo que afecta directamente a miles de familias de agricultores. A esto se suman los problemas de acceso a tecnología, agua y financiamiento, que siguen siendo desafíos estructurales no resueltos.
El ministro, además, minimizó las convocatorias de paro agrario, calificándolas de poco representativas, lo que ha generado críticas sobre una aparente desconexión con las demandas del sector. Si bien las cifras de crecimiento exportador son alentadoras, no pueden opacar las urgencias de un agro que necesita soluciones inmediatas y efectivas para subsistir frente a las adversidades.
La interrogante queda abierta: ¿estas cifras de crecimiento representan una mejora tangible para los agricultores peruanos, o son solo un maquillaje estadístico que no aborda las verdaderas problemáticas del sector? Frente a esta realidad, los agricultores esperan algo más que promesas; exigen un plan integral que priorice sus necesidades y garantice su sostenibilidad en el tiempo.